Dr. Esyin Calderón Valverde

El poder de la gracia

¿Es Dios un monstruo o un ser perverso que se alegra con el sufrimiento humano?; ¿se complace Dios con vernos ir al infierno?

Estimado padre de Familia cristiano, ¿cómo te sentirías en el cielo sabiendo que tu hijo, hija o pareja está en el fuego eterno, sufriendo por siempre?, ¿disfrutarías tu estancia en el cielo, en la vida eterna?, ¿cómo verías a ese Dios que en sus manos tiene el poder de sacar a tu hijo del fuego eterno y que lo deja sufrir?, ¿te arrodillarías ante Dios pidiendo clemencia y hasta ofreciendo que te mande al infierno, pero que a tu hijo lo saque de ahí?, ¿acaso no da un padre o madre la vida por su hijo, por su felicidad?.

Dios es muy sabio y este aspecto lo ha resuelto de una manera muy sutil. La salvación por gracia es como un seguro de salvación que cubre todo un entorno familiar, y así está clarísimo en la Biblia, sólo vea y analice estos textos:

El carcelero preguntó a Pablo y Silas: "¿qué debo hacer para salvarme?. Le respondieron: <Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa>" (Hechos 16,29-31).

El texto anterior es evidentemente claro: si el Padre de familia acepta a Cristo, no sólo él se salva sino toda su familia. Encontramos, descubrimos que la gracia de la salvación es más poderosa de lo que creíamos, pues cubre mi entorno familiar. Si tu aceptas a Cristo, tu familia está salva. ¡Oh qué alivio y bendición la de esta sabiduría divina!. Pero veamos otro texto revelador:

"Pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serían impuros, más ahora son santos" (I Corintios 7,14).

Lea el texto varias veces, léalo en oración, léalo objetivamente a la luz del Dios de amor, del Dios que nos predicó nuestro Señor Jesucristo, léalo libre de prejuicios preconcebidos, de ideas que nos han metido predicadores antiguos que tienen más mentalidad de los profetas del antiguo Testamento a los del Nuevo Testamento.

La Buena Nueva de nuestro Señor Jesucristo nos dá una esperanza: tus hijos o tu pareja irán en el arrebatamiento de la Iglesia, aunque no sean creyentes. Por supuesto que esto no cubre a nietos o nueras, pues se fundamenta en un principio bíblico muy lógico: "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne" (Génesis 2,24). "De manera que ya no son dos, sino una sola carne" (Mateo 19,5-6).

http://casadeoraciondanielflores.es.tl/El-poder-de-la-gracia.htm